Históricamente los Chortís de Honduras se localizaban en los departamentos de Ocotepeque, Copan y una estrecha franja del norte de los departamentos de Cortés y de Santa Bárbara. Su área geográfica posiblemente se extendía a El Salvador por el sur, pasaba por la ciudad de Chiquimula, por el oeste y llegaba hasta el Golfo Dulce, por el norte y se extendía muchos kilómetros al oeste del actual pueblo de Copan Ruinas.
Actualmente la mayor parte de estos indígenas están ubicados en Guatemala, Chiquimula (Jocotan, Esquipulas, Quetzaltepeque etc.) Y el departamento de Zacapa, La Unión; alcanzando una población de 60,000 personas.
La población Chortí que se ubica en nuestro país vive en zonas de difícil acceso como chonco, colon jubuco, San Rafael, Tapescos, Cacrrizalon y la laguna en el Municipio de Copan Ruinas y el municipio de Santa Rita, departamento de Copan; así como también los municipios de Antigua Ocotepeque, Nueva Ocotepeque y Sensentí en el departamento de Ocotepeque.
La población de la etnia Chortí en Honduras es de unos 8,000 habitantes ubicados al sur del departamento de Copan. Actualmente son considerados como campesinos de tradición Chortí y conviven con la población mestiza. El área Chortí, con Copan como centro cultural, fue la sede de la civilización del Antiguo imperio Maya.
El pueblo Chortí, encabezado por su cacique Copán Galel, presentó fuerte resistencia a la conquista española, que culminó con su sometimiento. Los indígenas de habla Chortí pertenecen cultural y lingüísticamente a los grupos mayas meridionales y por ello están más estrechamente con los mayas de Yucatán, Belice y la parte norte de Guatemala. El grupo identificado como
Choles, que habitan en Chiapas son lingüística y culturalmente primos de los Chortís.
En la época de la conquista el Chortí ofreció resistencia, la que fue concedida, en su mayor parte por el cacique Copan Galel, quien organizo al indígena y se enfrento al colonizador en el año de 1524.
El Chortís mantiene su identidad cultural propia, su lengua aun existe, su forma de vestir se
mantiene también. Además el uso de los instrumentos musicales como la Teponagua, el Cutin, el tambor, el Pito, el chichin o sonaja y el cuerno. El rito “El baile de los gigantes” se practica en algunos lugares. Su alimentación se reduce básicamente, al uso del maíz y el frijol; el primero a
través de diferentes formadas; en bebidas como el chilate, el pozol, atole dulce y agrio, en comidas como la tortilla, el tamal de viaje, el nacatamal y el totoposte, en bebidas embriagantes, usando jugo de caña o de piña fermentada.